Siempre es igual a nunca.... Siempre y nunca generalizan....
Así sucede, también, con la teoría en la Formación actoral. La teoría es sólo teoría y, si no está en sintonía con lo que está pasando en escena, no sirve. Sin la práctica no hay teoría que valga. La práctica es la que nos sirve para sacar conclusiones. El profesor debe ser un acompañante atento y dedicado a conocer a las personas que vienen a tomar clases. Una buena escucha y una capacidad reflexiva que demore los comentarios superfluos y no pertinentes, junto al manejo de cierta empatía,son claves en un docente idóneo.
Siempre ha sido un desafío conmigo mismo el ser bueno en lo que hago... No sé si lo logré. Creo, más bien, que hay momentos de idoneidad en mi tarea, como hay momentos de felicidad en la vida. En las tareas dinámicas no hay logros fijos y rígidos. El vincularse grupalmente implica tener en cuenta que la tarea se sustenta en un diálogo que debe llevar a la superación de los contrapuestos o antagónicos, y generar la síntesis superadora. A veces ésto no sucede en una misma clase. A veces cada persona, en sus tiempos de comprensión y de evolución, necesita su tiempo. Y el profesor está ahí, cerca, para echar luz en el momento en que se produce la revelación o el descubrimiento.
Nuestras resistencias - sabias generalmente - nos demoran la comprensión de las cosas porque necesitamos digerir. Y la digestión debe ser lenta en los casos en los que, de crecer se trata.
¿Quién es capaz de tolerar, sin resistencias, que le marquen un error?
Por ésto se relaciona tanto al teatro con el ego. Porque el ego es la herramienta básica de la protesta. Cuando me doy cuenta de una necesidad - propia o ajena - comienzan los planteos a la propia personalidad, en el sentido de "Qué hacer con ésto de lo que me di cuenta" . Cuando hacemos algo con eso, cuando canalizamos esta energía, el ego nos permite hacer la experiencia. Cuando miramos para otro lado, el ego se reprime y, tarde o temprano, somatizamos y no damos respuesta a la necesidad. La tensión ya es somatización, ya que es la reacción en el cuerpo ante el hecho no consumado.
Hace dos días escuché que en algunas culturas, el aprender a bailar el tango permite que "aprendan a abrazarse y a ser abrazadas, personas que nunca se habían dado un abrazo realmente afectivo en sus vidas". ¡ué bueno poder ser profesor de teatro!
Para reflexionar, ¿no? Gustavo Volpin - profesor - teatrovolpin@gmail.com