La imagen del aviso de la muestra de este año en "La Cueva de Colegiales" es la de una mujer mirándose ante el espejo y la imagen diferente que éste le devuelve...
¿Alguna vez nos sucedió algo similar... esto de mirarnos en el espejo y ver algo distinto de lo que somos... o de no vernos... o de no reconocernos...?
Difícil saber si lo que vemos corresponde a la realidad o si lo que vemos es una construcción de nuestra mente...
Las construcciones de nuestra mente, ¿no son, acaso, realidades desde el mismo momento en que estas creaciones nos señalan algo de nosotros, a través de los sueños o a través de los fallidos o del Arte...? ("La interpretación de los sueños", S. Freud)
Creo que el antagonismo no es fantasía - realidad.
El antagonismo es mentira - verdad.
¿Qué es mentira y qué es verdad?
Y es posible que lleguemos a la conclusión que dice que, tanto la fantasía y la realidad, como la mentira y la verdad son elementos que, funcionando antagónicamente, nos ubican en el plano de la toma de decisiones... pero, ante todo, de la toma de conciencia.
Llego a estas reflexiomes porque en el Teatro el sentido de la verdad es un elemento al que Stanislavski le da gran importancia en la etapa de formación de actores - artistas.
Pero el sentido de la Verdad no existe por sí mismo, como la luz no es luz sin sombra... al menos en este mundo, al menos en esta Vida.
Por eso, a la Verdad debe oponérsele la Falsedad. Debemos ser capaces de distinguir entre lo verdadero y lo falso -en nosotros y en los otros-, y la observación, o mejor dicho, la contemplación nos instala en el lugar de distinguir.
Vivimos saturados, bombardeados por estímulos a los que no ponemos freno, ni permiten que distingamos nada.
Desconocemos, en líneas generales, la potencia del Silencio. Y es, justamente, en el silencio que sabremos la verdad...
Gustavo Volpin - Profesor de Teatro en el espacio cultural "La Cueva de Colegiales".
Contacto: teatrovolpin@gmail.com
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