Sucede, algunas veces, en los grupos de aprendizaje y/o de producción que una o más personas no están de acuerdo con el planteo de un compañero/a o del profesor/líder de la tarea y que, en lugar de plantearlo, callan y asumen una actitud de rebeldía -consciente o inconsciente-.
Sea consciente o no, es necesario saber que todo acto comunica: incluso el callar, incluso el no hacer. Y es necesario saber, también, que la inacción derivada de no plantear las diferencias, de no hablarlas, puede llegar al boicot de una tarea y al desánimo y la pérdida de estímulos que lleva al abandono de los objetivos, dañando el proyecto y dañando la concreción del propio deseo.
Todo acto nos devuelve un contra-acto o -más simple- toda acción genera consecuencias.
Sería bueno que pudiéramos tenerlo en cuenta a la hora de compartir un deseo en común. Ninguno de nosotros puede escapar a estar en desacuerdo con un otro, y es sano plantearlo con la intención de hallar una síntesis superadora.
Gustavo Volpin.