Los cambios que se vienen produciendo en nuestra cultura y en la sociedad me llaman, a menudo, a reflexionar. Y, en la necesidad de dar testimonio de otro tiempo, quiero compartir lo siguiente: En el año 1982 me tocó participar en "Teatro Abierto", en la obra de Mauricio Kartún, "La casita de los viejos". El teatro en aquel momento fué una trinchera desde la cual combatimos a la dictadura militar. Un director de la envergadura de Agustín Alezzo nos convocó para presentar, desde la metáfora, la denuncia del maltrato, el abuso y el autoritarismo que la obra de Kartún planteaba en el seno de una familia tipo argentina. Un año después de ese 1982, participé de la pieza teatral "Juegos a la hora de la siesta", de Roma Mahieu, obra que la dictadura se había tomado el trabajo de prohibir en 1979.
Durante los ensayos de "Juegos..." recibíamos amenazas de muerte en el teatro "El vitral", lugar en el que realizamos el estreno, en el '83. Estas amenazas nos hacían salir de cada ensayo, mirando para todos lados, a ver si no nos perseguían...
De esa época a hoy me parece que hemos avanzado, ¿no creen?. Y debemos seguir creciendo, los unos y los otros. Gustavo Volpin.