"Lo que pensás, decilo, pasalo por el corazón y hacelo"

"Lo que pensás, decilo, pasalo por el corazón y hacelo." Éstas son palabras, que uno de mis maestros desconocidos me dijera alguna vez, palabras de esas que te dejan pensando...

¿Por qué "lo que pensás"? ¿Será por aquello de que uno sobrevive en sus ideas? ¿O será por mostrar/nos lo más genuino de nosotros?  Tal vez, mejor sería pensar ¿para qué?... Y la respuesta es simple: para transmitirlo.  Además... "decilo..." Si pensamos algo y lo decimos, exponemos una idea, una sensación, un pensamiento y mostramos lo que somos capaces de pensar, de sentir y de elaborar.  Entonces, "lo que pensás, decilo" y, al decirlo aparece la maravillosa posibilidad de escucharlo... de ver, sentir y saber cómo me suena esto que digo... y cómo resuena en el otro/s...  Luego, "pasalo por el corazón...". ¿Cuántas veces decimos cosas desde cualquier lado, menos desde el corazón...? (No es para que lo contesten ya. "Sólo" para que lo piensen y se lo pregunten.)  Castaneda, en "Las enseñanzas de Don Juan" nos hablaba de que "hay caminos con y, sin corazón". "Y que lleva su tiempo notar la diferencia."

Pasar por el corazón un parlamento implica, en el teatro, uno de los momentos más sublimes en la persona del artista. Piensen cuán sublime puede ser para nuestras vidas, pasar por el corazón todos y cada uno de nuestros actos...... (¡Cuántas máscaras se caerían, no?)  Pero resulta que, después de ,"Lo que pensás, decilo y pasalo por el corazón...", viene el "hacelo".Y, ahí. sonamos! "¿Qué, además había que hacerlo?". Suele pensarse, por parte de los que ignoran la realidad del Arte, que actuar en teatro no es trabajo. Y, a esas personas que lo ignoran, les cuento que sí: es trabajo. Después de meses de ensayos, trabajos de adaptación de textos, recambio de actores, trabajos de pintura y carpintería, armado de flyer (Afiche virtual), programas, discusiones con desacuerdos y con acuerdos y muchos mails, estamos llegando al final de 2011 con otra puesta en escena.  Y ésto es para mi el resumen del "hacelo", que es cuando la obra cobrará cuerpo con aquel/aquellos que cierran el círculo que le da sentido completo al teatro: El público.  Gustavo Volpin - profesor.    teatrovolpin@gmail.com