“CUANDO EL TEATRO ES REFLEJO DE SU TIEMPO”.

"En tiempos del  imperio romano las tragedias y comedias conocidas (Plauto y Terencio)  son desplazadas por construcciones que plantean una división y el teatro pierde su unidad. Se produce un divorcio casi completo entre el drama literario -escrito para la lectura y la recitación - y el teatro casi monopolizado por el mimo y la pantomima. Es probable que esta división, en donde se diferencian dos estilos por separado, se haya debido al carácter represivo del Imperio romano, y de los imperios en general y que el arte siempre refleja, en su carácter de portavoz de las fluctuaciones sociales. El separar permite estigmatizar y controlar mejor. (Son, quizá, un doloroso ejemplo, los ghettos creados por los alemanes con la intención de controlar a los judíos en tiempos de Hitler)

En el caso del teatro, en el Imperio romano, la palabra tomó una dirección y la imagen burlesca, grotesca y sátira del mimo y la pantomima, tomó otra.

El recitado, históricamente, no incluía “poner el cuerpo” con su sentir y su carga emotiva, ya que se trata de impostar la voz (Impostar = impos-tor, se trata de una impostura, de una mentira, de un “como si”)

En cambio, la pantomima es silencio que mueve a la sugerencia, al sentir, al imaginar, tomando una posición sintiente y pensante ante aquello que no se presenta claro y adjetivado desde la palabra.

El recitado apela a la razón y la pantomima a la intuición. Si hablamos en términos de hemisferios cerebrales - intuitivo y racional – podemos ver cómo el teatro refleja una escisión interna del ser humano en tiempos del Imperio. Los sistemas represivos instalan la desconfianza y el terror atomizando al individuo, haciéndole perder seguridad en si mismo y en sus fuerzas, sin descontar el daño ocasionado a la confianza social. Si la intuición tiene trato y diálogo con la razón, es posible la reflexión. Y, cuando la reflexión tiene lugar se unen las partes de la persona alcanzando su integración. Y, al ser humano íntegro no se lo quiebra ni se lo corrompe tan fácilmente como en tiempos de debilidad de las certezas y del Alma, tiempos de dominadores y dominados…" Gustavo Volpin - teatrovolpin@gmail.com