Es posible que en la Educación, la Literatura y el Teatro sean los pocos lugares en los cuales las palabras tienen peso y sentido. Y esto está dado por el escaso manejo de la emocionalidad de cantidad de personas que, en vez de encontrar los modos y canales de sublimación, escupe y agrede distorsionando el valor y sentido, en este caso, del lenguaje. Es por ésto que el Teatro (Además de las disciplina mencionadas) lleva, en sí mismo, la tarea de desarrollar y entrenar la comunicación humana. Desde la escuche de Sí y de los otros, hasta el juego de improvisación e interacción, nuestros cerebros, nuestra percepción y nuestra memoria van adquiriendo nuevas características.
Por eso el teatro no es un espacio de élite. Gustavo Volpin, profesor. Contacto: teatrovolpin@gmail.com